Si bien es cierto que puedes entrenar con una hernia de disco, hacer ejercicio, practicar deportes y moverte con cierta libertad, hay algunas precauciones y pasos que debes tomar para evitar que esta lesión se convierta en un problema muy grave.

Antes de siquiera pensar en los tipos de entrenamientos que puedes realizar con un disco herniado, es muy importante que comprendas en qué consiste tu lesión. Es decir, debes conocer a fondo el área donde se ha producido la lesión y lo que provoca.

¿Qué es una hernia de disco?

Comenzaremos diciendo que tu columna está formada por pequeñas secciones de hueso a las que se les conoce como vértebras. Entre cada uno de estos huesos o vertebras, se encuentra un disco intervertebral. Cada uno de estos discos intervertebrales, se encuentran ahí por tres razones importantes:

  • Para la absorción de impactos
  • Para la protección de tu columna
  • También para permitir el movimiento

Son estos discos los que reciente el mayor esfuerzo cuando intentas levantar algo que evidentemente es demasiado pesado. Por lo tanto, una protuberancia de disco o una hernia de disco, es cuando uno de estos discos intervertebrales llenos de líquido se lesiona.

El disco de hecho puede sobresalir o romperse, lo que generalmente causa una fuerte restricción en los nervios, y por supuesto genera un dolor intenso, con frecuencia insoportable. Por otro lado, hay que decir que la mayoría de los adultos tienen abultamientos en los discos y no sufren ningún efecto.

En general, las hernias de disco es algo completamente natural. No obstante, muchas personas se someten a resonancias magnéticas y deciden que necesitan una cirugía cuando dichas resonancias muestran discos herniados o abultados.

Lo cierto es que si alguna vez te has herniado un disco, sabes con certeza el tipo de dolor que una lesión a si puede provocar. A menudo, las personas que padecen de una hernia de tres discos, no pueden moverse sin antes experimentar un dolor intenso.

¿Cómo recuperarse de una hernia de disco?

Pero aunque no lo parezca, puedes recuperarte de una hernia de disco y entrenar como habitualmente lo haces. De hecho, puedes regresar a tus entrenamientos con la misma intensidad, siempre y cuando sigas las indicaciones correctas.

La clave de todo se centra en reconstruir el soporte adecuado alrededor de la columna y convencer a tu cerebro de que lo que haces es seguro, y por lo tanto no es necesario activar esa señal de dolor.

En consecuencia, para que puedas entrenar con una hernia de disco, te recomendamos realizar lo siguiente.

Comienza con ejercicios isométricos

Cuando has sufrido de una lesión de hernia de disco, usualmente debido a un esfuerzo extremo, necesitas dar un paso atrás y regresar hasta tus bases de entrenamiento.

Lo anterior significa aprender a tensar los músculos de nuevo, para volver a aprender a proporcionar el apoyo correcto a tu columna vertebral. Básicamente lo que necesitas hacer es reeducar a tu cerebro, confirmando que sabes lo que estás haciendo. Es decir, estás abordando el problema y, lo más importante, estás restableciendo tu relación con la gravedad.

Además, al realizar ejercicios isométricos, le estás dando a tu columna el apoyo que necesita para moverse con seguridad y que eventualmente pueda aceptar una carga. Obviamente, un soporte adecuado significa menos presión sobre tus discos herniados.

Encuentra movimientos y ejercicios que puedas realizar

Lo ideal es que puedas encontrar ejercicios que reproduzcan los ejercicios que en realidad no puedes hacer. Por ejemplo, un ejercicio recomendable es la estocada en posición dividida. Este ejercicio simula la activación muscular de la sentadilla y no te dejará sufriendo de dolor al día siguiente, e intentando levantarte de la cama.

Vuelve a realizar los movimientos de bisagras

Si deseas entrenar con una hernia de disco, lo mejor es comenzar realizando los movimientos de bisagra, tanto en el tronco, como en la columna vertebral. Sin embargo, esto debes hacerlo muy lentamente.

El solo hecho de girar la cadera podría ser demasiado para que la columna se despegue. Por lo tanto, debes encontrar una forma de girar, pero teniendo en cuenta el peso inicial y el rango de movimiento. Una vez que consigas esto, debes aumentar de peso gradualmente.

Uno de los ejercicios más recomendables es flexionar una pierna al momento de que inclinas la columna. Este es el ejercicio ideal para reintroducir los movimientos de las bisagras en tus entrenamientos.

La ventaja es que puedes agregar o disminuir el peso con el tamaño de la postura, y cuando te sientas más preparado, puedes agregar más peso.

Controlar el movimiento de tu columna

Lo ideal para entrenar con una hernia de disco es controlar el movimiento de la columna y los músculos que la sostienen. Es decir, si no puedes controlar y sostener tu columna, nunca te vas a recuperar completamente la hernia de disco.

Intenta colocarte en el suelo a “cuatro patas” y levantar tu columna y después, lentamente regresar a la posición inicial. Esto te ayudará a obtener el control que necesitas para tener un mejor movimiento de la columna.