• Mi entrenador no está al 100% conmigo durante la clase

Un buen entrenador personal siempre debe estar al lado de su cliente para vigilar su técnica de ejecución y su postura, para motivarlo, etcétera. Si mientras estáis entrenando tu entrenador mira el móvil o habla con otras personas, te aconsejo que busques a alguien más profesional, de lo contrario lo más probable es que con éste no consigas nada aparte de gastar tu dinero y posiblemente lesionarte.

  • Mi entrenador no me somete a ningún tipo de seguimiento: no me pesa, no me mide, etcétera

Si contratas a un profesional de la salud es para conseguir tus objetivos, y para ello el seguimiento es clave. Al ir apuntando la evolución de tu composición corporal (peso, grasa), tu fuerza máxima, etcétera, tu coach podrá detectar si tu cuerpo no responde tanto a los estímulos y se estanca, y sabrá cuándo debe dar una nueva dinámica al entrenamiento.

  • Mi entrenador no parece estar en forma, tiene un poco de barriga

Aunque por supuesto éste no debe ser el único criterio, un entrenador tiene que mantenerse en forma. Bajo mi punto de vista, no es posible enseñar cómo hacer bien unos ejercicios si uno mismo no los has probado anteriormente. ¿Y cómo vas a elaborar una dieta para tu cliente si tú mismo no llevas hábitos saludables?

  • Mi entrenador tiene una página web muy atractiva, pero a la hora de entrenar no dispone ni de una báscula para pesarme

Cuando elijas a un personal trainer, no te limites a pensar que los que aparecen primero en los motores de búsqueda son los mejores: intenta examinar el mercado con mayor profundidad para detectar cuáles tienen una formación realmente completa y cuáles son meros cracks de la imagen y la publicidad.

El trabajo de coach personal se ha convertido en una guerra de marketing, todos sabemos que el entrenador mejor situado en Google tendrá mas éxito que los demás. Por eso en los últimos años han aparecido entrenadores con un producto atractivo a primera vista, pero con unos conocimientos y una experiencia muy pobres. En mi opinión, un entrenador personal debe invertir en herramientas de trabajo variadas y de calidad (gomas, TRX, material funcional, báscula profesional tipo Tanita), antes que en mejorar su imagen, lo que por desgracia ocurre con muchos entrenadores.

  • Mi entrenador personal no sabe responderme de forma precisa cuando le hago una pregunta técnica

Si te has encontrado con una situación parecida, esto demuestra claramente que tu entrenador no dispone de formación suficiente. Hoy en día, un buen personal trainer debe tener una formación completa, tanto en lo que a sistemas de entrenamiento respecta, como de nutrición o fisioterapia.

  • Mi entrenador usa mucho las máquinas y sus entrenos no son muy variados

Te aconsejo que intentes ser algo crítico y observes un poco la forma de trabajar de tu coach. Si se contenta con ponerte a trabajar en una máquina y sentarse a tu lado para mirar cómo trabajas, está totalmente equivocado. Usar las máquinas es útil, por supuesto, pero un buen entrenador las empleará como última herramienta: es lógico que si contratas a un profesional del fitness no sea para realizar ejercicios que podrías hacer tú solo en cualquier otro gimnasio. Para conseguir tus objetivos, tu entrenador debe buscar variedad, ya que el cuerpo necesita estímulos distintos para mejorar.

  • Mi entrenador tiende a cambiarme los horarios de entrenamiento en el último momento

El compromiso es la base de la confianza. Un entrenador profesional siempre llegará 10 minutos antes del entreno, para cerciorarse de que todo en el gimnasio está correcto y para comprobar si debe cambiar algún ejercicio por culpa de factores exteriores.

Por otro lado, el trabajo de entrenador requiere mucha flexibilidad horaria. Si un cliente no puede llegar al entreno por un imprevisto, un entrenador competente siempre deberá intentar buscar un horario alternativo, para de ese modo no perder la clase.