Sin dolor no hay ganancia en el deporte, ¿mito o realidad?

Si frecuentas el ambiente del deporte, y especialmente el del gimnasio, seguramente habrás oído la frase “no pain no gain”, que en castellano significa: “sin dolor no hay ganancia”. O lo que es lo mismo: si no entrenas hasta que te duela, no progresarás.

Se trata de una frase que conduce a muchas personas a la idea errónea de que tiene que hacer ejercicio al límite de sus fuerzas.

Hoy vamos a hablar de esta creencia tan arraigada en el mundillo del deporte y a explicar sus fundamentos, sus pro y sus contra.

¿De dónde proviene la idea de que sin dolor no hay beneficios?

El mito tiene su origen a partir del nacimiento de las máquinas de musculación, en el año 1970 de la mano de Arthur Allen Jones y de su empresa Nautilus Inc.

Antiguamente, las herramientas simples tales como las pesas o la calistenia no permitían entrenar hasta el punto de dolor por razones de seguridad. Si imaginamos alguien levantando pesas sobre su cabeza, vemos claramente que, si le fallaban los músculos, podría llegar a sufrir un grave accidente. El sentido común era lo que no le permitía llegar al punto de extenuar sus músculos.

Con la llegada de los nuevos aparatos de musculación de Arthur Jones comienza a ser seguro entrenar hasta alcanzar los límites musculares. Los deportistas se convencieron entonces, de que podían llegar al máximo esfuerzo y dolor con la certeza de que no habría riesgos.

Fue la actriz Jane Fonda quien durante sus vídeos de entrenamiento popularizó la frase “no pain, no gain”.

Lo cierto es que no hay ningún estudio que avale que el dolor esté relacionado directamente con el crecimiento de los músculos. Y personalmente creo que el ejercicio debe ser para fortalecerlos, nunca para dañarlos.

Tal es así, que lo más importante es que puedas realizar un entreno regular que vaya aumentando gradualmente. Si puedes lograr esto, progresarás sin necesidad de sentir dolor.

¿Por qué duelen los músculos?

El dolor es la forma que tiene el cuerpo de decirnos: “detente y atiéndeme”. Hacer caso omiso al dolor con calmantes es un error que puede costarte muy caro.

Los músculos duelen cuando haces ejercicio pues se acumula el ácido láctico y si sigues entrenando, el dolor se incrementa hasta que los músculos se agotan.

El dolor solo significa que el nivel de intensidad del ejercicio es mayor de lo que tus músculos podían soportar naturalmente. Has causado pequeños traumas en ellos y deben repararse.

El llamado Dolor Muscular Tardío (DOMS) significa que el músculo no está preparado ahora para realizar grandes esfuerzos y es necesario dejarlo descansar para que se recupere.

Si el músculo duele ¿significa que crece?

La respuesta más concreta que puedo darte es: sí, pero no necesariamente.

Al causarle pequeños traumas, el músculo se reparará a sí mismo para compensar el esfuerzo y evitar ser lesionado nuevamente. Esto, efectivamente, hace que el músculo crezca.

Pero… ¿y qué sucede con la fuerza?

La fuerza no se origina en los músculos sino en el sistema nervioso central (SNC) que actúa como una central eléctrica que brinda energía a los músculos.

El sistema nervioso central necesita ser entrenado para que pueda enviar cada vez una mayor cantidad de energía a los músculos que, a su vez, recibirán esa energía y se harán más fuertes.

Si quieres músculos fuertes y grandes, habrás de entrenar para ello energía y fuerza.

Si eres principiante tienes que entrenar de acuerdo a tu capacidad, ya que tus articulaciones no están preparadas para realizar grandes esfuerzos. Lo primero, entonces, será preparar las articulaciones para que soporten un nivel de ejercicio y de repeticiones suficiente como para que te permitan progresar.

De esta forma sufrirás el dolor muscular tardío, pero mucho más ligero ya que el sistema nervioso central estará preparado para realizar los movimientos de forma controlada. Solo te quedará aumentar las series de forma paulatina para que el músculo crezca.

¿Entonces el dolor muscular es bueno o es malo?

No hay una sola respuesta válida para esta pregunta.

Que los músculos duelan es “bueno” si proviene de la acumulación de ácido láctico, porque permite al músculo crecer. No obstante, el mayor problema radica en que las personas sin conocimiento caen en un sobreentrenamiento que al final, lo único que logra es dañar sus músculos, y esto, como es de imaginar, no les ayuda a incrementar su masa muscular ni la fuerza.

En definitiva: no importa la cantidad de ejercicio que hagas sino cuánto progresas en series y esto naturalmente, no tiene nada que ver con el dolor. Haz prevalecer el sentido común para reconocer el tipo de dolor que tienes y usarlo en beneficio de tu entrenamiento y del crecimiento de tu masa muscular.

Y tú, ¿sueles sufrir dolor muscular después de tus entrenamientos? ¿qué haces para ponerle remedio?