No tengo ganas de entrenar es una de las frases más populares entre las personas que no tenemos como hábito la actividad física.  A veces pensamos que es simplemente una justificación para estancarnos en la comodidad, y que es una frase de flojos. Sin embargo, la motivación, es un aspecto que está influenciado por muchos factores. Y hasta el más fitnnes puede experimentar episodios donde se encuentra tentado a abandonar sus entrenamientos.

Mantenernos motivados es una tarea donde todos tenemos parte, Tu entrenador personal en Barcelona te cuenta todo lo que debes saber para no morir en el intento. 

¿Por qué es importante tener ganas de entrenar?

Hay muchos motivos por los que una persona inicia la actividad física y el entrenamiento. Estos motivos van casi siempre ligados a un objetivo que se quiere alcanzar. De modo que el atleta entrena para obtener un mejor rendimiento competitivo, el que tiene unos kilitos de más entrena para bajar de peso y el que quiere mejorar su aspecto físico. Entrena para mantenerse y definir su musculatura. En todos los casos, está implícito el deseo de alcanzar una meta.

De modo que la motivación es un recurso que tiene mucho peso al momento de iniciar un proyecto personal. Sin el deseo, la motivación o el interés por alcanzar algún objetivo es prácticamente imposible iniciar ninguna tarea. 

Cuando no se está motivado es muy sencillo abandonar nuestros proyectos utilizando cualquier excusa. El cielo está nublado, estoy muy cansado, hoy es viernes o cualquier otra. En cambio, si superamos los impedimentos empezamos a obtener beneficios y a alcanzar objetivos puntuales.  La mejor recompensa que podemos tener es darnos cuenta de que alcanzamos mejor rendimiento cada día. Y en consecuencia, el cuerpo libera neurotransmisores que nos dan una gran sensación de bienestar. 

Así que es sumamente importante establecer con tu entrenador personal un plan de metas que puedas ir progresivamente alcanzando para no perder la motivación. 

 

Las ganas de entrenar no llegan solas, debe haber disposición y voluntad.

La motivación que influyen en el deporte

Es muy común identificarse con algo que vemos y querer emularlo. Así sucede con algunos deportes, con algunos hobbies como la música. Cuando vemos un influencer que orienta la alimentación por ejemplo. Pero al momento de meterle el pecho en el día a día, vamos descubriendo que no somos tan afines con esa actividad y que definitivamente no hacemos match.

En efecto, podemos tener una motivación “básica”, algo así como el compromiso que tiene el deportista con la disciplina que ejecuta.   Donde nos identificamos con los beneficios de una actividad y decidimos practicarla.

Y también podemos tener una motivación “cotidiana”, que es la que va apareciendo día a día en la medida en que avanzamos. Asociada a la satisfacción de ir adquiriendo más experiencia, de ir alcanzando objetivos y de realizar una actividad que nos hace disfrutar. 

Podemos entonces tener 4 escenarios. El primero es tener elevadas los dos tipos de motivación, que sería la condición óptima para el entrenamiento.  El segundo escenario, es el caso contrario donde la motivación básica y la cotidiana están bajas. Pues sería el peor escenario porque la persona no tiene ninguna atracción, beneficio o afinidad por la actividad. 

Si una persona tiene atracción por un deporte pero no le gusta entrenar estamos hablando del tercer escenario. Donde podemos decir que tiene una motivación básica alta y una motivación cotidiana baja. Y finalmente al contrario, cuando nos gusta entrenar aunque no nos interese la disciplina sería el escenario número 4. 

De esta manera funciona todo en la vida, la escuela, la familia, el amor, el empleo, las amistades, y todo. Si entendemos esto, podremos enfocarnos en conocer nuestras debilidades al momento de entrenar.

La disciplina es la clave cuando no tenemos ganas de entrenar

La disciplina es la clave cuando no tenemos ganas de entrenar

Tener ganas de entrenar es 50% Mental y 50% genético. 

Como todos los aspectos donde el ser humano se desarrolla, la motivación como impulso, tiene un área psíquica o mental donde nosotros determinamos el alcance. Un área cultural donde los factores del entorno se involucran. Y un área biológica donde la acción se encuentra influenciada por variables fisiológicas. 

Los niveles hormonales que modulan la expresión y la interpretación de las emociones, los factores genéticos, el funcionamiento del sistema inmunológico y  las redes neuronales. Impactan nuestra respuesta a los estímulos y pueden afectar la motivación y el deseo de hacer algunas cosas. Lo mismo sucede con los factores culturales y medioambientales. 

Una persona que se encuentre bajo condiciones de estrés o presión, o una persona que entrene en un lugar donde la temperatura afecte su desempeño. No tendrá el mismo rendimiento ni contará con la misma motivación que otra que cuente con condiciones ideales para ello. 

Entonces, esto quiere decir que aunque hay un factor biológico que no podemos intervenir directamente, si hay otras cosas que podemos trabajar. Por ejemplo, podemos elegir en qué gimnasio estar, podemos comprar una ropa que nos haga sentir cómodos, tener un entrenador personal profesional y empático. Y también buscar alternativas para disminuir el estrés y favorecer la disciplina.

Alimenta tus ganas de entrenar

Sólo hay dos opciones con las ganas de entrenar, se tienen o no se tienen. Pero podemos alimentar este deseo si disfrutamos de las cosas que hacemos. Podemos convertir un ejercicio en un entretenimiento y empezar a construir la disciplina. 

La disciplina es un factor fundamental porque implica establecer rutinas que nos obliguen a hacer las cosas incluso cuando no queremos. De esta manera en la medida que avances, el entrenamiento será parte de tu día a día, como ir a trabajar, cocinar el almuerzo o ir de compras. 

La clave está en establecer metas reales y alcanzables para evitar la frustración y no salir desmotivado. Bloquear a toda costa el sentimiento de rechazo y enfocarnos en todos los aspectos positivos que nos brinda la actividad. Busca un lugar agradable, trata de crear comunidad con tus compañeros, alimenta los pensamientos positivos mientras entrenas.  Y mide progresivamente los resultados comparándose consigo mismo al principio.